28 de mayo de 2008

Blogonovela I: 5.

Lo breve, si es bueno, es que se ha quedado corto.

Su desesperación la curó con el método de siempre. Aquel que hacía tanto tiempo que utilizaba y que le daba unos resultados excelentes.

Solo le hacia falta acordarse de que era la única persona capaz de darse la mano a sí mismo sin hacer el ridículo. Así lo hizo, y volvió a recuperar la felicidad.

Se dispuso a salir de casa. Pero su autoayuda se vió truncada al volverse a dar cuenta de que, como cada dia, le era imposible atarse el nudo de la corbata. No le gustaban las corbatas, pero le jodía profundamente no poder ponérselas, y escuchar como los niños del barrio se reían de él llamándole "Tulli, el sincorbata".

Sonó el teléfono.

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