10 de septiembre de 2008

Como una bala perdida


Escuchando el estupendo especial de Bob Dylan, emitido el pasado septiembre en Radio3 y que aún se puede escuchar desde su página web, una se da cuenta de que lo que este hombrecillo feúcho de ojos claros hizo para ser realmente grande fue, sencillamente, hacerse caso únicamente a sí mismo.

No le quita mérito, tampoco, haber escrito una letra como la de It's Alright Ma (I'm Only Bleeding), de la que os adjunto una pequeña muestra que sirve de apoyo de esa teoría que corre por ahí según la cual este señor es uno de los mayores poetas americanos que ha parido mother:

Disillusioned words like bullets bark
As human gods aim for their mark
Made everything, from toy guns that spark
To fresh-colored Christs that glow in the dark
It's easy to see without looking too far
That not much is really sacred.

[...]

A question in your nerves is lit
Yet you know there is no answer fit
To satisfy, insure you not to quit
To keep it in your mind and not forget
That is not he or she or them or it
That you belong to.

[...]

So don't fear if you hear
A foreign sound to your ear
It's alright, Ma, I'm only sighing.

El orden de la letra es completamente arbitrario, como el humor de su autor. También sé que hay otras mejores de Dylan, pero hoy, aquí, en este momento, era ésta.

Y, como se dijo en el artículo de El País que cubría la entrega que se le hizo del premio Príncipe de Asturias de las Artes en junio del 2007, y muy acertadamente, este tipo hosco, receloso de su vida y de sus cosas, que ha llegado a tocar de espaldas a un público entregado, ha contribuido, y con qué intensidad, a la educación sentimental de millones de persones.

En mi caso, su música fue una epifanía. Larga vida a tus canciones, Zimmerman.

No hay comentarios: