Se ha convertido en costumbre que la felicitación por un nuevo año se haga voz en las más diversas formas. Años de imágenes, años de palabras, de signos, de silencios. El último diciembre requería miles de palabras y ninguna imagen para conjurar cicatrices y desear una nueva piel. Este año preciso las imágenes y las palabras para invocar al 2010 y seguir así recorriendo huellas, sendas e interrogantes.
1 comentario:
Gràcies, Olga. A tu i a tots els Cafeters i Adartistes, i tota la gent que ens llegeix: bones festes i any nou!
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