5 de julio de 2009

Memopariditas de infancia I

A los seis años oí la expresión "elevalunas eléctrico", efectivamente en un anuncio de la tele. A partir de ese momento, cada vez que cogíamos el coche -experiencia que asocio directamente a mi educación musical vía cintas de cassette negras y amarillas con números escritos a mano- miraba la ventanilla subir y bajar con el elevalunas eléctrico. Pensé que llamarle luna a una ventanilla de coche era muy poético y bastante absurdo, como todas las cosas poéticas.

1 comentario:

estaconversaciónhaterminado dijo...

cuánta verdad. en lo absurdo de la luna del coche, en lo poéticamente poético y, sobre todo, en la generación que cultivamos nuestra base musical a base de cassettes en el coche. ahora el individualismo al poder, los niños se cuelgan a su ipod y si te he visto no me acuerdo. y los más peques son tiranos que imponen la misma canción cienes de veces.

con mi hija estoy consiguiendo mantener el poder de la situación, aunque mi mujer el otro día me advirtió: menos love of lesbian y algo más alegre, así que volvimos a la casa azul, previo paso por los imperecedores beatles.
un saludo a la sra miggins, la seguiremos